Hoy día demasiadas cuestiones dependen de la conexión a internet.
Una buena conexión en cuanto a fiabilidad, capacidad y velocidad es más que necesaria para cualquier residencia, pero incluso con buena conexión interesa preguntarse qué servicios dependen en exceso de ella.
El servicio que da el sistema de llamada asistencial debería considerarse crítico. No es lo mismo quedarse unos minutos sin poder ver una película que hacer una llamada urgente y que nadie acuda a ayudar.
Por tanto, ¿en qué medida depende el sistema de llamada asistencial de internet?
Si es un sistema antiguo su relación con internet será nula, pero un sistema moderno basado en software necesita un servidor cuya ubicación puede estar dentro de la residencia (servidor local) o fuera de ella (servidor en la nube).
Si es servidor está fuera de la residencia obviamente necesita la conexión a internet para comunicarse con ella. Esto es un punto negativo para la fiabilidad.
Cuando el servidor es local la conexión entre éste y los terminales de asistencia, normalmente teléfonos móviles, se debe realizar a través de la red local (tanto cableada como inalámbrica, es decir wifi). Por tanto un fallo en la conexión a internet no paraliza su funcionamiento.
Hay veces que incluso estando el servidor dentro de la residencia necesita la conexión a internet para comunicarse con los terminales de asistencia, ya que éstos no utilizan la conexión wifi sino la de datos móviles.
Otra cuestión es que para labores de mantenimiento remoto sea necesaria la conexión a internet. Por ejemplo para actualizar el software o realizar copias de seguridad. Pero esto se puede hacer en momentos en los que no haya problemas de conectividad.
En el caso de SAID el servidor es local y se ha contemplado la doble opción de que los móviles se conecten o por wifi o por datos móviles (si es que se dispone de contrato con operadora), ya que la app junto con Android gestionará que conexión utilizar en cada momento.
Hay que ser conscientes de que la cobertura de la señal dentro de un edificio puede fluctuar según muchas cosas: ubicación, distancia a puntos de acceso wifi, red de la operadora, interferencias con otras señales…