Si no tienes sensores podemos decir que aquellos residentes que no tengan la capacidad cognitiva necesaria para realizar una llamada activa (voluntaria), están excluidos de tu sistema de llamada asistencial.

Además no podrás realizar monitorización ambiental (temperatura, humedad, calidad del aire…) ni otro tipo de funciones interesantes relacionadas con la domótica, como ahorro energético, alarmas técnicas, etc.

Puede que otros sistemas diferentes del de llamada asistencial incorporen sensores pero las notificaciones que realicen o la información que guarden estará separada del sistema, lo cual normalmente complica las cosas.

Un ejemplo es el sistema de detección de incendios, aunque ese caso es algo especial pues le aplica una normativa específica.

De cara a utilizar al máximo la información procedente de sensores en una residencia, conviene que todos los sensores que sea posible estén centralizados en un mismo controlador o servidor local. De esa forma se podrán establecer condiciones flexibles y rápidas que den lugar a envío de mensajes útiles para el servicio asistencial.

Por ejemplo, si hay un sensor de movimiento en un pasillo, dependiendo de la hora e incluso del estado de otros sensores se podrá enviar un mensaje alertando de que alguien está por esa zona, al tiempo que se enciende (o no) la luz correspondiente.

Si no se abre una puerta durante demasiado tiempo o alguien permanece en la cama más allá de cierta hora, o al contrario, se ausenta de la cama y hay riesgo de caída… Son situaciones que interesa comunicar para que en el tiempo más breve posible se atienda al residente.

Hay multitud de situaciones que se puede tratar de monitorizar y hay tecnología para ello. Si quieres minimizar o eliminar el uso de sujeciones y tu sistema actual no dispone de sensores hablemos.